Bécquer
Rima XIII: Tu pupila es azul, y cuando ríes
[Poema - Texto completo.]
Gustavo Adolfo
Bécquer
Tu pupila es azul, y cuando ríes
su claridad suave me recuerda el trémulo fulgor de la mañana que en el mar se refleja.
Tu pupila es azul, y cuando lloras
las transparentes lágrimas en ella se me figuran gotas de rocío sobre una violeta.
Tu pupila es azul, y si en su fondo
como un punto de luz radia una idea, me parece en el cielo de la tarde ¡una perdida estrella! |
Rima XLI: Tú eras el huracán y yo la alta
[Poema - Texto completo.]
Gustavo Adolfo
Bécquer
Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder: ¡tenías que estrellarte o abatirme!… ¡No pudo ser!
Tú eras el Océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén ¡tenías que romperte o que arrancarme!… ¡No pudo ser!
hermosa tú, yo altivo; acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder; la senda estrecha, inevitable el choque… ¡No pudo ser! |
Rima LI: De lo poco de vida que me resta
[Poema - Texto completo.]
Gustavo Adolfo
Bécquer
De lo poco de vida que me resta
diera con gusto los mejores años, por saber lo que a otros de mí has hablado.
Y esta vida mortal… y de la eterna
lo que me toque, si me toca algo, por saber lo que a solas de mí has pensado. |
Rima XLII: Cuando me lo contaron sentí el frío
[Poema - Texto completo.]
Gustavo Adolfo
Bécquer
Cuando me lo contaron sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas; me apoyé contra el muro, y un instante la conciencia perdí de donde estaba.
Cayó sobre mi espíritu la noche;
en ira y en piedad se anegó el alma… ¡y entonces comprendí por qué se llora, y entonces comprendí por qué se mata!
Pasó la nube de dolor… Con pena
logré balbucear breves palabras… ¿Quién me dio la noticia?… Un fiel amigo… ¡Me hacía un gran favor!… Le di las gracias. |
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