lunes, 7 de mayo de 2018

Resumen y morfosintaxis

Los niños del móvil

El titular de la noticia local dice: Un menor agrede a sus padres por no comprarle de regalo un móvil. Los detalles son deprimentes. El muchacho, de 16 años, en su furia, ha destrozado cuadros, muebles y enseres de la casa. La policía lo lleva detenido. La familia, lo sabemos, es un lugar de afecto, pero también un campo de batalla. En ocasiones, el peor, el más doloroso. Caen las vigas del cielo cuando se levanta la mano contra la propia madre. Eso inquieta siempre, pero también, en este caso, es perturbador el porqué la mirada ha elegido enfocar esa noticia entre muchas otras: el móvil es un móvil. Podría haber sido otra cosa, pero sabemos que ese móvil del móvil tiene algo especial. Es un aparato y, a la vez, un instrumento mágico. Nos arroja de bruces en la incertidumbre: estamos empantallados hasta las cejas y no sabemos cuánto de progreso y cuánto de pesadilla nos espera. Cuánto hay de carrera y de escapada en esta fascinación colectiva. Con el smartphone tenemos en la mano, por fin, la sensación de poseer la vara mágica de los cuentos.
Sin llegar a un extremo violento, ¿cuántas broncas no habrá habido, no hay cada día, por la posesión infantil de ese rey indiscutible? Sí, es inquietante, pero no tan sorprendente, pensar ahora en la imagen del adolescente enrabietado, fuera de sí, por pertenecer, en nuestro “primer mundo”, a ese grupo marginal de los desposeídos del poder mágico. En el nuevo medio ambiente virtual, no tener un móvil, no estar metido en la pantalla, no estar en la carrera en las aplicaciones, eso sí que es pobreza. En la sociedad empantallada, con televisión, móvil, tableta, ordenador, ¿quién quiere ser pobre virtual?
La principal explicación que dan la mayoría de los padres para comprar o facilitar el smartphone a niños de 10 años o menos es la de incrementar su seguridad. No es una razón nimia. A lo largo de la historia, gran parte de los avances tecnológicos derivan de ese afán. Pero también sabemos que hay seguridades muy inseguras. Aumentan los pequeños que sufren nomofobia: la angustia de estar sin móvil y no saber qué hacer. Creo que argumentan mejor los padres que facilitan esa tecnología a los menores con la intención de aprender de ellos. Es tener un máster en casa. Niñas y niños tienen en las manos una vara mágica, conectada a sus neuronas y a las yemas de los dedos. La mayoría de los adultos lo que tenemos es un cacharro con el que pelearnos con más o menos torpeza. 
 Manuel Rivas


Resume el texto









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Morfología de

La familia, lo sabemos, es un lugar de afecto, pero también un campo de batalla.

La                                                          un

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 Lo                                                         de

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Morfología de
Niñas y niños tienen en las manos una vara mágica, conectada a sus neuronas.

Niñas                                                      una                               vara

y                                                              mágica

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manos,                                                                    neuronas.
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Sintaxis


El caso del chaval enfurecido es noticia 



Con el móvil, poseemos la varita mágica de los sueños

















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