lunes, 7 de junio de 2021

Mitos, leyendas cuentos

La historia más conocida sobre Orfeo es la que se refiere a su esposa Eurídice, que a veces es conocida como Agriope. Algunas versiones cuentan de Eurídice que murió al ser mordida por una serpiente mientras huía de Aristeo; otras, que el hecho fatal ocurrió mientras paseaba con Orfeo.
En las orillas del río Estrimón, Orfeo se lamentaba amargamente por la pérdida de Eurídice. Consternado, Orfeo tocó canciones tan tristes y cantó tan lastimeramente que todas las ninfas y todos los dioses lloraron y le aconsejaron que descendiera al inframundo (catábasis) en busca de su amada. Camino de las profundidades del inframundo, Orfeo tuvo que sortear muchos peligros; empleando su música, hizo detenerse los tormentos del inframundo (por primera y única vez), y, llegado el momento, ablandó los corazones de Hades y Perséfone, que permitieron a Eurídice que volviera con Orfeo al mundo de los vivos, pero con la condición de que él caminase delante de ella y no mirase atrás hasta que hubieran alcanzado el mundo superior y los rayos de sol bañasen a la mujer.
A pesar de sus ansias, Orfeo no volvió la cabeza en todo el trayecto: ni siquiera se volvía para asegurarse de que Eurídice estuviera bien cuando pasaban junto a un demonio o corrían algún otro peligro. Orfeo y Eurídice llegaron finalmente a la superficie. Entonces, ya por la desesperación, Orfeo volvió la cabeza para ver a su amada; pero ella todavía no había sido completamente bañada por el sol, y aún tenía un pie en el camino del inframundo, así que se desvaneció en el aire, y esa vez para siempre.
Una leyenda  Excálibur y la dama del lago
Según cuenta la leyenda, el rey Arturo estaba preocupado por su espada, que había perdido peleando. Merlin le aseguró que había una mejor para él. Entonces se fueron a un lago cercano donde, de una manera misteriosa, estaba un brazo erguido que empuñaba una espada. “Ahí está tu espada”, dijo Merlin. Arturo no sabía como llegar a la espada y entonces vio a lo lejos una barca con unajoven vestida de blanco. “ella es la dama del lago, debes convencerla para que te dé la espada”.
 La dama se acercó y el Rey le pidió la espada, ella le dijo que se la daría si le concedía un deseo. Arturo aceptó y la dama le dijo:” Toma mi barca y navega hasta donde está el brazo, él te dará la espada. En cuanto a mi deseo, te lo pediré después”. Cuando Arturo tomó por fin la espada notó que en la hoja se podía leer una inscripción que decía: “Excalibur” , más abajo decía: “Tómame”. Y del otro lado de la hoja decía: “Arrójame lejos”. Esta espada sería la protagonista de innumerables batallas victoriosas y de grandes hechos heroicos.