La historia más conocida sobre Orfeo es
la que se refiere a su esposa Eurídice, que a veces es conocida como Agriope.
Algunas versiones cuentan de Eurídice que murió al ser mordida por una serpiente mientras huía de Aristeo;
otras, que el hecho fatal ocurrió mientras paseaba con Orfeo.
En las orillas
del río Estrimón, Orfeo se lamentaba amargamente por la pérdida
de Eurídice.
Consternado, Orfeo tocó canciones tan tristes y cantó tan lastimeramente que
todas las ninfas y
todos los dioses lloraron y le aconsejaron que descendiera al inframundo (catábasis)
en busca de su amada. Camino de las profundidades del inframundo, Orfeo tuvo
que sortear muchos peligros; empleando su música, hizo detenerse los tormentos
del inframundo (por primera y única vez), y, llegado el momento, ablandó los
corazones de Hades y Perséfone,
que permitieron a Eurídice que volviera con Orfeo al mundo de los vivos,
pero con la condición de que él caminase delante de ella y no mirase atrás
hasta que hubieran alcanzado el mundo superior y los rayos de sol bañasen a la
mujer.
A pesar de sus
ansias, Orfeo no volvió la cabeza en todo el trayecto: ni siquiera se volvía
para asegurarse de que Eurídice estuviera bien cuando pasaban junto a un
demonio o corrían algún otro peligro. Orfeo y Eurídice llegaron finalmente a la
superficie. Entonces, ya por la desesperación, Orfeo volvió la cabeza para ver
a su amada; pero ella todavía no había sido completamente bañada por el sol, y
aún tenía un pie en el camino del inframundo, así que se desvaneció en el aire,
y esa vez para siempre.
Una leyenda Excálibur y la dama del lago
Según cuenta la leyenda, el rey Arturo estaba preocupado por su
espada, que había perdido peleando. Merlin le aseguró que había una mejor para
él. Entonces se fueron a un lago cercano donde, de una manera misteriosa,
estaba un brazo erguido que empuñaba una espada. “Ahí está tu espada”, dijo
Merlin. Arturo no sabía como llegar a la espada y entonces vio a lo lejos una
barca con unajoven vestida de blanco. “ella es la dama del lago, debes
convencerla para que te dé la espada”.
La dama se acercó y el Rey le pidió la espada, ella le
dijo que se la daría si le concedía un deseo. Arturo aceptó y la dama le dijo:”
Toma mi barca y navega hasta donde está el brazo, él te dará la espada. En
cuanto a mi deseo, te lo pediré después”. Cuando Arturo tomó por fin la espada
notó que en la hoja se podía leer una inscripción que decía: “Excalibur” , más
abajo decía: “Tómame”. Y del otro lado de la hoja decía: “Arrójame lejos”. Esta
espada sería la protagonista de innumerables batallas victoriosas y de grandes
hechos heroicos.