miércoles, 28 de septiembre de 2022

La narración

 


La narración es un tipo de texto en el que se cuenta una historia o un suceso; En toda narración encontramos los siguientes elementos:

Un narrador, quien relata cuanto sucede a varios personajes en un espacio y un tiempo determinado. Algunos ejemplos de narraciones los encontramos en los mitos, las leyendas, los cuentos, las noticias, las novelas, las anécdotas, etc.

De igual forma, podemos encontrarnos ante textos narrativos escritos y orales. Te proponemos el video de Amaral titulado «Marta, Sebas, Guille y los demás». Al ser un texto oral, ¿nos encontramos ante un texto narrativo o no es el caso? ¿Te parece que las canciones cumplen con estas características de los textos narrativos?

Veamos ahora la estructura de toda narración:

Una narración es el relato de unos hechos reales o imaginarios que les suceden a unos personajes. Así pues, cuando contamos algo que nos ha sucedido o hemos imaginado tenemos que hacerlo según una estructura o «esqueleto» sobre el que se va montando todo lo que sucede en el relato. Las buenas narraciones suelen presentar los hechos de modo que se capte y mantenga la atención de los destinatarios. En su forma más típica, las narraciones se estructuran de una manera bastante sencilla:

  • El marco narrativo es la primera parte del relato. En él se sitúan espacial y temporalmente los hechos, se presenta a los personajes que van a protagonizar la historia y se expone la situación inicial, que generalmente es una situación de equilibrio.
  • El acontecimiento inicial es el hecho que rompe el equilibrio original y desencadena el conflicto que dará lugar a la acción.
  • Las acciones son las distintas actuaciones que los personajes llevan a cabo para resolver el conflicto planteado.
  • La solución supone el paso a una situación final, es decir, a una nueva situación a la que se llega como consecuencia de las acciones de los personajes.

Una buena narración ha de ser dinámica y mantener el interés del lector. Por eso es preciso realizar varias tareas: seleccionar los hechos que se narran -no hay que contarlo todo-; caracterizar adecuadamente a los personajes que intervienen, prestando mucha atención a los diálogos; ambientar los hechos en el tiempo y el espacio de manera que resulten verosímiles; y presentar las acciones de forma ordenada y progresiva.

Para elaborar una narración es necesario, en primer lugar, tener claro el tema: la historia de un asesinato, la conquista del Polo Norte, un viaje al futuro… A partir de ahí, el autor diseña a sus personajes, elige los escenarios y traza un plan general de la obra: imagina los hechos y circunstancias más importantes y crea un «esqueleto argumental» que irá completando a lo largo del proceso de escritura. El inicio es fundamental en toda narración. De él depende que el lector siga leyendo y se interese por la obra. Tras él se desarrollan los distintos episodios que forman la trama. El final de la narración es también muy importante. En él se produce el desenlace de la acción. Puede ser abierto o cerrado, previsible o sorprendente, pero siempre ha de resultar verosímil.

El punto de vista: el narrador

El narrador es el sujeto que, desde un punto de visto concreto, cuenta los hechos de la historia, presenta a los personajes, los sitúa en un espacio y tiempo determinados, observa los hechos que le rodean y muestra su forma de pensar y su forma de comportarse. La manera de contarlo todo es importante para la comprensión de la historia. Entre los distintos tipos de narrador, señalamos los siguientes:

1. Narrador en 1ª persona: Cuando quien cuenta lo hechos participa en la historia que cuenta. Distinguimos dos clases:

1. Narrador-protagonistaLa historia la narra el personaje principal.

2. Narrador-personaje secundarioNarra la historia un personaje secundario, que participa en la historia pero no es el protagonista.

2. Narrador en 2ª persona: Cuando el narrador cuenta los hechos a un tú que a veces puede ser él mismo, de tal manera que se desdobla. Es una técnica que aparece en la novela contemporánea.

3. Narrador en 3ª persona: Cuando quien cuenta la historia está fuera de ella. Encontramos aquí, también, dos clases:

1. Narrador objetivo: El narrador es un mero testigo de los hechos y se limita a narrar aquello que ve, sin poder entrar en el interior de los personajes.

2. Narrador omnisciente: El narrador describe lo que los personajes ven, sienten o piensan. Lo conoce todo sobre el personaje.

La acción

La acción está formada por todos los acontecimientos y situaciones que componen una historia. Dichos acontecimientos se pueden organizar en núcleos con cierta autonomía, llamados episodios. El conjunto de acontecimientos y hechos de la historia se denomina también argumento. La forma de organizar dichos acontecimientos se denomina trama.

Los personajes

Los personajes son aquéllos que realizan las acciones que relata el narrador. Por su importancia en el desarrollo de dicha acción, los personajes pueden ser principales o secundarios. Dentro de los principales se encuentra el protagonista, que es el personaje más importante de todos. A su oponente se le denomina antagonista. La caracterización de los personajes se puede realizar de diversas maneras:

1. Por caracterización directa: El narrador, el mismo personaje u otro personaje, bien en bloque, bien gradualmente, describen directamente el físico, el carácter o cualquier otro dato del personaje.

2. Por caracterización indirecta: El personaje va siendo conocido por el lector mediante sus reacciones, su forma de hablar, sus actuaciones, etc., sin que nadie lo describa.

La estructura

Los elementos de la narración se organizan para forma un todo interrelacionado. De manera general, distinguiremos tres partes en una narración:

1. Planteamiento: Es la parte inicial del relato donde se proporciona la información necesaria para que se desencadene la acción posterior.

2. Nudo: Es el momento de mayor complejidad de la historia y donde se continúa lo iniciado en el planteamiento.

3. Desenlace: Es el episodio final en el que se resuelve o finalizan los conflictos. A veces el final puede quedar abierto.

El tiempo

El tiempo es el elemento de la narración que tiene en cuenta la duración, sucesión y ordenación en que se producen los distintos acontecimientos.

1. La duración del tiempo puede ser diverso: varios años, un día, unas horas…:

1. El tiempo es largo cuando se presenta un período de tiempo muy amplio, muchas veces de años.

2. El tiempo es corto cuando lo narrado ocupa pocas horas.

2. El orden temporal de los acontecimientos puede presentarse de diversas maneras:

1. Desarrollo lineal: Los hechos se presentan con el orden cronológico en que se produjeron.

2. In media res: La narración se inicia en un punto intermedio de la historia y se van relatando hechos anteriores y posteriores.

3. Flash-back: La narración empieza por el final y retrocede al pasado.

3. De acuerdo a la percepción que se tiene del tiempo, éste será:

1. Tiempo objetivo: Es el tiempo que se puede medir por el reloj: horas, días…

2. Tiempo subjetivo: Es la percepción que se tiene del paso del tiempo; a veces, una hora se hace interminable.

4. En cuanto al ritmo de la historia, es decir, la relación entre lo narrado y la forma de narrarlo, podemos hablar de:

1. Ritmo rápido: cuando los hechos o acontecimientos se suceden con rapidez y abundancia.

2. Ritmo lento: cuando la narración se demora en descripciones y reflexiones, de tal modo que los acontecimientos son escasos.

El espacio

El espacio es el componente narrativo que se refiere al lugar en el que se desarrolla la acción y por el que se mueven los personajes. Puede haber espacios urbanos, rurales, domésticos, idealizados…

1. El tratamiento del espacio puede ser diverso:

1. Cuando las indicaciones espaciales son mínimas.

2. Cuando el espacio cobra una especial importancia en la narración, dado que está muy relacionado con la evolución del personaje (por ejemplo, en los libros de viaje).

3. Cuando el espacio físico determina la historia y se convierte en un personaje más (por ejemplo, la selva, el Oeste, la ciudad, etc.).

2. En relación con la realidad puede ser:

1. Espacio real: Corresponde con lugares auténticos e identificables.

2. Espacio imaginario: No existe en la realidad pero ha sido creado a partir de lugares similares de la realidad. Aunque no es auténtico, contiene elementos reales o posibles (por ejemplo, Vetusta, en La Regenta, de Clarín).

3. Espacio fantástico: No existe ni tiene relación con espacios reales (por ejemplo, los lugares de las novela de ciencia-ficción).

 

Estilo directo y estilo indirecto en la narración

El diálogo entre los personajes aparece con frecuencia en los textos narrativos. La forma de introducir dicho diálogo puede hacerse de acuerdo a los siguientes procedimientos:

1. Estilo directo: Cuando los personajes hablan directamente y, por tanto, se transcriben literalmente sus palabras, introducidas por un guión y aclaradas, a veces, por el narrador mediante un verbo de lengua –decir, responder, aclarar, etc…- «-No sirvo para nada –decía aquel hombre con el gesto abatido.»

2. Estilo indirectoCuando las palabras del personaje no son transcritas literalmente, sino que mediante una oración subordinada dependen de un verbo de lengua y son modificadas, adaptándolas a las coordenadas temporales del narrador: «Aquel hombre, con el gesto abatido, decía que no servía para nada.» 

Tipos de elocución en la narración

Cuando nos expresamos por escrito, podemos hacerlo utilizando las siguientes formas de elocución:

1. Narración: Para contar hechos.

2. Diálogo: Para reflejar las palabras que los interlocutores pronuncian en una conversación.

3. Descripción: Para expresar cómo es algo.

4. Exposición: Para presentar nuestras ideas.

5. Argumentación: Para defender, razonándolas, nuestras ideas.

 

miércoles, 7 de septiembre de 2022

Los lobos de la pared

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Guión: Neil Gaiman    Dibujos: Dave McKean   Editorial: Astiberri Ediciones  2003
 La protagonista de esta historia es Lucy, que vive con sus padres y su hermano en una casa en cuyas paredes Lucy escucha ruidos extraños, ruidos que según ella están provocados por lobos que habitan dentro de las paredes, y que están intentando salir. Cada vez que Lucy le cuenta a alguien lo que escucha, la respuesta es la misma: eso es imposible, porque “como todo el mundo sabe, si los lobos salen de las paredes, todo está perdido”. Y justo entonces, naturalmente, los lobos salen de las paredes.,,


1  Resume el cuento







¡Tenemos elefantes viviendo en las paredes¡  
Así acababa el cuento
¡Continúa por detrás¡

Coraline Presentación y texto

La lectura de los viernes     Coraline      de Neil Gaiman


Lee aquí Coraline al completo

Coraline es una novela del escritor británico Neil Gaiman que mezcla los géneros fantástico y de terror y que fue publicada en 2002 . Ha sido comparada con Alicia en el País de las Maravillas,
En 2008 se publicó una adaptación al formato de novela gráfica con guion de Todd Klein y dibujos de P. Craig Russell.1
También  ha sido adaptada al cine en una película del mismo título dirigida por Henry Selick, en 2009.


De qué va

Al comienzo de la historia, Coraline y sus padres se mudan a una vieja casa de más de cien años de antigüedad que había sido dividida en apartamentos. Los padres de Coraline están muy ocupados con su trabajo y le prestan poca atención. Sintiéndose sola, la niña se marcha a explorar. Entonces  Coraline encuentra una puerta cerrada en el salón de su casa..


Cuestiones


He pensado que, después de comer, te gustaría jugar con l


La rata mayor saltó sobre los hombros del viejo, se columpió en su gran bigote gris, pasó ante los grandes botones negros de sus ojos, y se acomodó en la parte superior de la cabeza.



2
Vosotros, las personas, tenéis nombres porque no sabéis quiénes sois. Nosotros sabemos quiénes somos, por eso no necesitamos nombres.

—Por cierto —dijo—, me parece muy sensato que hayas traído protección. Yo, en tu lugar, me agarraría bien a ella. —¿De qué protección hablas?

se encontró al otro lado de un telón de terciopelo, en un teatro mal iluminado   Forcble Spink


¿Cómo aparecen F. y S en el escenario?
La señorita Spink montaba una bicicleta de una sola rueda mientras hacía juegos malabares. Tras ella iba la señorita Forcible pegando saltitos con un cestillo de flores bajo el brazo, esparciendo pétalos por el escenario.


¿Qué transformación sufren?
La nueva señorita Spink llevaba mallas verdes y botas altas marrones que le llegaban hasta el muslo. La nueva señorita Forcible lucía un vestido blanco y su cabello rubio estaba adornado con flores.


¿En qué número meten a Coraline?
La señorita Spink se dirigió a la señorita Forcible, le tapó los ojos de botones con una bufanda negra y le puso el cuchillo en una mano. Después, la hizo girar tres o cuatro veces y la puso delante de Coraline,


¿Qué obra representan?
La señorita Forcible y la señorita Spink estaban representando sendos papeles: la señorita Forcible se encontraba sentada sobre una escalera de mano, a cuyo pie permanecía la señorita Spink. —¿Qué importa el nombre? —preguntó la señorita Forcible—. Una rosa olería igual de bien aunque se llamase de otra manera.


—Si decides quedarte —le indicó el otro padre—, sólo hemos de ocuparnos de un pequeño detalle.



¿Cómo es el mundo de los nuevos padres? ¿Os parece divertido?



5 Sola en casa
ima, un pastel de chocolate y una bolsa de manzanas, que le sirvieron de cena. Tras cepillarse los dientes, fue al despacho de su padre, encendió el ordenador y escribió una historia. LA HISTORIA DE CORALINE HABÍA UNA NIÑA QUE SE LLAMAVA MANZANA. BAILAVA MUCHO. BAILAVA SIN PARAR HASTA QUE SUS PIES SE CONBIRTIERON EN SALCHICHAS. FIN.

irmativa. —¿Me llevas a donde están? El gato la observó y luego se dirigió al vestíbulo seguido por la niña. Recorrió el pasillo y se detuvo al final, junto a un espejo de cuerpo entero. E

Su madre sopló en la parte interior del cristal y escribió rápidamente con la punta de un dedo, antes de que el vaho se borrase: SONADÚYA


Descolgó el teléfono, consultó la guía y llamó a la comisaría.




—Cuando era pequeña —le contó Coraline al gato— y vivíamos en nuestra antigua casa, hace muchísimo tiempo, papá me llevó a pasear por el descampado que había entre nuestra casa y las tiendas.


—Cuando era pequeña —le contó Coraline al gato— y vivíamos en nuestra antigua casa, hace muchísimo tiempo, papá me llevó a pasear por el descampado que había entre nuestra casa y las tiendas.


—¿Y por qué es necesario tener valor? —le preguntó el gato con tono de indiferencia. —Porque, cuando haces algo a pesar del miedo que sientes —respondió ella—, necesitas tener mucho valor.


—Pero qué tonta eres, Coraline. Se encuentran de maravilla donde están. La niña le dedicó una mirada de odio. —Te lo demostraré —le aseguró la otra madre mientras limpiaba la superficie del espejo con sus largos dedos blancos. El cristal se empañó, como si un dragón vomitase el aliento sobre él; luego el vaho se disipó y quedó limpio. En el espejo ya era de día. Coraline vio la parte del vestíbulo que se hallaba frente a la puerta principal de su casa. Esta se abrió desde fuera y los padres de Coraline entraron con unas maletas. —Han sido unas vacaciones estupendas —dijo el padre. —¡Qué agradable resulta no estar pendiente de Coraline! —añadió la madre con una sonrisa de felicidad—. Ahora podemos hacer lo que siempre habíamos querido, como viajar al extranjero, y nunca habíamos podido porque teníamos una hija pequeña.


—¿Para qué me quiere esa mujer? ¿Por qué desea que me quede con ella? —Supongo que quiere amar algo, algo que no sea ella misma. Es como si le apeteciese comer. Es difícil saber lo que sienten las criaturas así.



—¿Qué me aconsejas? El gato estuvo a punto de soltar un comentario sarcástico, pero se sacudió los bigotes y dijo: —Desafíala. No creo que juegue limpio, pero es de las que adoran los juegos y los retos. —¿A qué te refieres con eso? —le preguntó Coraline al gato.


6


Pero había algo más, algo que no recordaba haber visto antes: una bola de cristal sobre la repisa de la chimenea. Se dirigió a ella y se puso de puntillas para alcanzar la bola. Se trataba




 
—¿Te apetece uno? —le preguntó amablemente. Coraline miró para ver si se trataba de un caramelo o de una bolita de mantequilla azucarada. Pero el paquete estaba medio lleno d


Rebuscó en el bolsillo de su delantal y sacó la llave negra, la miró con el entrecejo fruncido y la tiró a la bolsa; a continuación, sacó


¿Cómo acaba?

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—¡Nombres, nombres, nombres! —dijo otra voz muy remota y perdida—. Los nombres son lo primero que desaparece cuando se extingue el aliento y el corazón deja de latir. Los recuerdos permanecen en nosotros más que los nombres. Mi memoria aún conserva imágenes de una mañana de mayo en la que mi institutriz llevaba mi


 ¿Y qué hará conmigo? —continuó. Las pálidas figuras latieron débilmente. Coraline supuso que no eran más que ilusiones visuales, como el resplandor que una luz brillante deja en los ojos una vez que se apaga. —No le dolerá —susurró una vocecita tenue. —Se apropiará de su vida, de lo que es y de todo lo que le interesa, y le dejará sólo niebla y bruma. Se llevará su alegría. Un día, cuando despierte, no tendrá ni alma ni corazón. Será usted una cáscara, una voluta de humo, y se convertirá en un sueño al despertar o en el recuerdo de algo olvidado. —Hueco —susurró la tercera voz—. Hueco, hueco, hueco, hueco, hueco

y que una vocecita le Neil Gaiman Coraline 56 susurraba al oído, una voz tan débil que apenas se oía, algo suave y tenue que habló en un tono tan bajo que la niña pensó que era producto de su imaginación: —Mire a través de la piedra —le dijo. Y luego se quedó dormid

8—¿No te gustaría ganarme con todas las de la ley? —le preguntó Coraline. —Es posible —contestó la otra madre. Aparentaba indiferencia, pero sus dedos se crisparon y comenzaron a tamborilear, y se humedeció los labios con la lengua de color escarlata—. ¿Qué me ofreces en concreto? —A mí misma —dijo la niña apretando las rodillas por debajo de la mesa para que no temblasen—. Si pierdo, me quedaré contigo para siempre y dejaré que me quieras. Seré la hija más obediente del mundo: comeré tu comida y jugaremos al juego de las familias. Y permitiré que me cosas botones en los ojos.

—Sí —admitió—. Creo que me gusta. Pero ¿de qué juego se trata? ¿Es una adivinanza, un examen de conocimientos o de habilidades?



A través de la piedra, el mundo era gris e incoloro, como un dibujo a lápiz. Todo parecía gris..., no, no todo: en el suelo brillaba algo, algo semejante a una brasa en la chimenea del cuarto de los niños, del color de un tulipán naranja y escarlata meciéndose bajo el sol de mayo. Coraline alargó la mano izquierda, sin apartar la vista del objeto por miedo a que desapareciese, y agarró titubeante aquella cosa Neil Gaiman Coraline 62 encendida. Cerró los dedos en torno a algo suave y frío, lo sujetó bien y se decidió a apartar la vista de la piedra agujereada y a mirar hacia abajo. En la rosada palma de la mano tenía la aburrida canica de cristal gris que había quedado en el fondo de la caja de los juguetes. Volvió a alzar la piedra y observó la canica a través del agujero: ardía y emitía destellos de fuego rojo.

Cuando se aproximó al objeto de la pared, observó que se trataba de una especie de saco, como la cápsula de una larva de araña, que se crispó al recibir el impacto de la luz. Dentro había algo que parecía una persona, una persona con dos cabezas y el doble de brazos y piernas de lo normal. La criatura del saco ofrecía un horrible aspecto informe e inacabado, como si se hubiese unido dos seres de plastilina aplastándolos para convertirlos en uno solo.



 parecían versiones jóvenes de las señoritas Spink y Forcible, mezcladas y apretadas como dos trozos de cera derretidos y amalgamados en una cosa horrenda. Sin previo aviso, la mano de la criatura agarró el brazo de Co


El aire se llenó de perros-murciélago y Coraline comenzó a retroceder. Se dio cuenta de que, a pesar de su terrible aspecto, la larva de la pared que encerraba a las que en otra época habían sido las señoritas Spink y Forcible estaba adherida al muro por su red, envuelta en su capullo, y, por tanto, no podía perseguirla. Los perros-murciélago se agitaron y revolotearon a su alrededor, pero no le hicieron el menor daño. Coraline bajó del escenario e iluminó el viejo teatro con la linterna en busca de la salida. «Huya, señorita. —Una voz de niña gimió dentro de su cabeza—. Huya de una vez. Ya nos tiene a dos. Escape de este lugar mientras tenga sangre en las venas.» Coraline guardó la canica en el bolsillo, junto a la otra. Encontró la puerta, corrió hacia ella y la empujó hasta que consiguió abrirla.


9
La última habitación que visitó le dio la impresión de que había sido un dormitorio: sobre la polvorienta sombra rectangular que cubría las tablas del suelo podía haber estado una cama. Entonces vio algo que le arrancó una sonrisa forzada: entre las tablas había un gran anillo de metal. Coraline se arrodilló, lo cogió y tiró de él con todas sus fuerzas. Un cuadrado de suelo con bisagras se levantó con enorme lentitud, rígido y pesado: era una trampilla. A través de la abertura, Coraline distinguía sólo oscuridad. Se agachó y encontró un interruptor.

Respiró hondo (el tufo a vino agrio y pan enmohecido se le subió a la cabeza) y tiró del húmedo tejido dejando al descubierto algo del tamaño y la forma de una persona. Con aquella luz tenue le costó varios segundos saber de qué se trataba: era un ser pálido e hinchado como un gusano, con extremidades delgadas como palos. El rostro, redondo y deforme como la masa de pan, carecía de formas. La cosa tenía dos grandes botones negros en lugar de ojos

Coraline comenzó a caminar pegada a la pared. La cosa se retorció, blanda y sin huesos, y la observó con su único ojo. Parecía más grande y despierta. —Por desgracia —se quejó—, no puedo. Yen ese momento se abalanzó sobre ella con la desdentada boca completamente abierta. Coraline reaccionó al instante. Sólo podía hacer dos cosas: o bien se ponía a gritar y a correr por el sombrío sótano, mientras el enorme gusano intentaba capturarla y lo conseguía, o bien se decidía por otra opción. Yse decidió por otra opción. Cuando la cosa se le acercó, Coraline alargó una mano hacia el único ojo que le quedaba y tiró de él con todas sus fuerzas. Al principio no pasó nada. Luego, el botón se desprendió y rebotó contra las paredes antes de caer al suelo

10
Coraline subió por las escaleras exteriores del edificio hasta el piso más alto, en el que vivía el viejo loco en el mundo real. Había ido allí una vez con su verdadera madre, cuando realizaba una colecta benéfica. Ambas se habían quedado en la entrada, esperando a que el excéntrico anciano de grandes bigotes encontrase el sobre que la madre de Coraline le había dejado: el piso olía a comidas raras, tabaco de pipa y cosas extrañas, penetrantes y pestilentes que la niña no pudo identificar. Nunca había querido pasar de la puerta.

 Nadie te escuchará, nadie te ha escuchado nunca. Eres demasiado inteligente y reservada para que te entiendan. Ni siquiera pronuncian tu nombre correctamente. »Quédate con nosotros —pidió la voz de la figura que estaba al fondo de la habitación—. Nosotros te escucharemos, jugaremos contigo y nos reiremos todos juntos. Tu otra madre construirá mundos enteros para que los explores,

La niña dio un paso adelante y el hombre se desmoronó. Ratas negras saltaron de sus mangas y salieron del abrigo y de debajo del sombrero. Eran veinte o más, tenían ojos rojos que brillaban en la oscuridad, y chillaban y volaban. El abrigo osciló y cayó pesadamente al suelo, y el sombrero rodó hasta un rincón. Coraline sacudió el abrigo con una mano. Estaba vacío, aunque al tocarlo se notaba grasiento. No había la menor señal de la última canica.

Esas heridas eran igual de horribles que las que se hizo el verano en que su madre retiró las ruedas auxiliares de la bicicleta. Pero aquel verano, a pesar de los cortes y los rasguños (tenía las rodillas llenas de costras), había disfrutado de una sensación de progreso: estaba aprendiendo algo, a hacer una cosa que no sabía. Y en ese momento, en cambio, no sentía más que la frialdad de la pérdida: les había fallado a los espíritus de los niños y a sus padres; había fracasado ante sí misma y ante todo.

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Los has escondido en el pasillo que hay entre las casas, ¿verdad? Están detrás de esa puerta —afirmó, señalando con la cabeza la puerta del rincón. La otra madre continuó inmóvil, aunque un amago de sonrisa se asomó a su rostro. —De modo que están ahí, ¿eh?

Y con todas sus fuerzas lanzó al gato sobre la otra madre. El animal aulló y aterrizó en la cabeza de la mujer agitando las garras y rechinando los dientes, feroz y enfadado. Con el pelo de punta casi parecía tan grande como en la vida real. Sin esperar a ver qué sucedía, Coraline corrió hasta la repisa,

De pronto comprendió que en el pasillo había otras personas. No podía volver la cabeza para mirarlas, pero a pesar de eso sabía quiénes eran. —Por favor, ayudadme —les suplicó—. Todos juntos. Neil Gaiman Coraline 82 Las otras personas que había allí, tres niños y dos adultos, eran casi inmateriales y no podían tocar la puerta. Pero sus manos rodearon las de ella mientras empujaba el gran pomo de hierro y, de repente, se sintió fuerte.

 El cielo era azul como el huevo de un petirrojo, y Coraline vio árboles y, más allá, colinas verdes que se fundían en un horizonte de tonos morados y grises. El cielo nunca le había parecido tan cielo, y el mundo jamás había sido tan mundo. Coraline contempló las hojas de los árboles y las luces y sombras que se dibujaban sobre la corteza agrietada del haya que estaba junto a la ventana. Bajó la vista a su regazo y admiró el brillo que la luz del sol arrancaba al pelaje del gato, convirtiendo en oro sus blancos bigotes. Pensó que nunca había visto nada tan fascinante. Y, atrapada en las fascinaciones del mundo, sin darse cuenta se fue retorciendo hasta acurrucarse como un gato en el incómodo sillón de su abuela, y no se percató de que caía en un sopor profundo y desprovisto de sueños.