Estamos sometidos a rutina. Y más ahora, encerrados en nuestro Búnker.
Se trata de mirar lo (poco y repetido) que tenemos alrededor, y fantasear. Vamos, "echarle literatura"
VAMOS TODOS A ESCRIBIR UN DIARIO DESDE NUESTRO BÚNKER
Animal, persona, cosa, idea ---pero que no sea imagen , que para ellas tenemos otras fichas¡¡
Deberíamos escribir un poco cada día, inspirándonos en lo que nos rodea.
Os pongo un ejemplo.
He aquí mi tortuga, ajena -aparentemente - al COVID 19
Escribo en mi DIARIO
15 de marzo del 2020
(Día 2 de reclusión)
"A veces le llamo Tortuga, Bicho o Monstruo.
Antes, cuando venía de trabajar, me recibía con sus enormes ojos de batracio, y ella hacía como que yo le metía miedo, y huía veloz.
Ahora, me mira con sus ojos sin parpadeo, y casi ni me atrevo a mirarla.
Se sube a su isla de plástico, y sueña con bahías y rocas saladas.
Me lo dice con su mirada escrutadora pero dulce, casi como una súplica
Miro a Bicho, yo también sueño a veces con islas de plástico en un resort cualquiera. Otras, sueño con playas gallegas donde casi nunca hay nadie.
La miro a sus ojos pétreos, me subo a la isla de plástico y hablamos tiernamente, en el sutil lenguaje de las tortugas y los monstruos"
ESPERO QUE TE HAYA SERVIDO DE INSPIRACIÓN PARA QUE INICIES TU DIARIO¡¡(a mano, en papel, recuerda)
IRÉ COLGANDO OTROS, SI TÚ QUIERES.
(Y ahora para nota. Mi tortuga existe, pero me he inspirado libremente en un magnífico texto del argentino Julio Cortázar.
Para empezar, sirve con que comiences tu Diario, pero si quieres la máxima nota, puedes leer el breve texto que me inspiró a mí.
Lees el relato y en ficha aparte, escribes lo siguiente;
-Título del relato.
-Unas pocas líneas sobre Julio Cortázar.
- Breve Resumen.
- Opinión argumentada.
Axolotl
[Cuento - Texto completo.]
Julio Cortázar
Hubo un tiempo en que yo pensaba mucho en los axolotl. Iba a verlos al acuario del Jardín des Plantes y me quedaba horas mirándolos, observando su inmovilidad, sus oscuros movimientos. Ahora soy un axolotl.
El azar me llevó hasta ellos una mañana de primavera en que París abría su cola de pavo real después de la lenta invernada. Bajé por el bulevar de Port Royal, tomé St. Marcel y L’Hôpital, vi los verdes entre tanto gris y me acordé de los leones. Era amigo de los leones y las panteras, pero nunca había entrado en el húmedo y oscuro edificio de los acuarios. Dejé mi bicicleta contra las rejas y fui a ver los tulipanes. Los leones estaban feos y tristes y mi pantera dormía. Opté por los acuarios, soslayé peces vulgares hasta dar inesperadamente con los axolotl. Me quedé una hora mirándolos, y salí incapaz de otra cosa. Pincha aquí para seguir leyendo.
Si quieres anticipar algo de tu Diario. publícalo aquí abajo. en comentarios
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