Borges El libro
De los diversos
instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son
extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su
vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones
de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la
memoria y de la imaginación.
En César y Cleopatra de Shaw, cuando se habla de la
biblioteca de Alejandría se dice que es la memoria de la humanidad. Eso es el
libro y es algo más también, la imaginación. Porque, ¿qué es nuestro pasado
sino una serie de sueños? ¿Qué diferencia puede haber entre recordar sueños y
recordar el pasado? Esa es la función que realiza el libro.
Sobre el libro han
escrito de un modo tan brillante tantos escritores. Yo quiero referirme a unos
pocos. Primero me referiré a Montaigne, que dedica uno de sus ensayos al libro.
En ese ensayo hay una frase memorable: No
hago nada sin alegría. Montaigne apunta a que el concepto de lectura
obligatoria es un concepto falso. Dice que si él encuentra un pasaje difícil en
un libro, lo deja; porque ve en la lectura una forma de felicidad.
Recuerdo que hace
muchos años se realizó una encuesta sobre qué es la pintura. Le preguntaron a
mi hermana Norah y contestó que la pintura es el arte de dar alegría con formas
y colores. Yo diría que la literatura es también una forma de la alegría. Si
leemos algo con dificultad, el autor ha fracasado.
Resumen
Opinión
“El libro es el
instrumento más asombroso”
¿Qué importancia real
tienen para ti los libros?
¿Debe la lectura ser
obligatoria?
Microrrelato
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