El Romanticismo es un movimiento cultural que se opone a los principios característicos de la Ilustración y que es resultado de la profunda crisis social e ideológica de un mundo en acelerado cambio, como es el de las primeras décadas del siglo XIX.
Características:
Irracionalismo: se niega que la razón pueda explicar por completo la realidad
Subjetivismo: si la razón tiene sus límites son necesarias otras formas de conocimiento, que para los románticos son la intuición, la imaginación y el instinto
Idealismo: el romántico siente una predilección especial por lo absoluto, lo ideal.
Individualismo: el hombre romántico tiene una conciencia aguda y dolorosa de la propia personalidad, de ser distinto de los demás, y afirma constantemente ese "yo" frente a lo que le rodea. Eso le lleva al aislamiento y a la soledad.
El genio creador: para el romántico el artista nace, no se hace
Inseguridad radical: el ser romántico es alguien inseguro e insatisfecho. Ello da lugar a la desazón vital romántica.
Es un rebelde, y su rebeldía puede llegar a desafiar incluso a los propios dioses. Véanse los mitos de Prometeo e Ícaro
El amor es el tema dominante. Pero, en contra de lo que se cree, es un amor en general fallido o imposible
Evasión: el romántico opta por escapar de esa realidad inmediata que no le gusta y se evade a a otras épocas, la Edad Medieval, o a lugares lejanos, como Oriente
Soledad: el romántico se refugia en sí mismo, con lo que el gusto por la soledad se convierte en uno de los temas románticos por excelencia. Buscan lugares solitarios como castillos, cementerios. Esa soledad le produce dolor y lo lleva a buscar la comprensión de los otros, el amor.
Naturaleza dinámica: la naturaleza se presenta en movimiento, como un reflejo dl estado de ánimo y se prefiere la ambientación nocturna
Nueva sensibilidad: la introspección, la nostalgia, la melancolía, la tristeza, la soledad...
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Volverán las oscuras golondrinas, de Gustavo Adolfo Bécquer
Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar, COMENTA EL ROMANTICISMO y otra vez con el ala a sus cristales DE ESTE POEMA jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban tu hermosura y mi dicha a contemplar, aquellas que aprendieron nuestros nombres… ¡esas… no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas de tu jardín las tapias a escalar, y otra vez a la tarde aún más hermosas sus flores se abrirán.
Pero aquellas, cuajadas de rocío CUESTIÓN: debemos volver a los cuyas gotas mirábamos temblar mismos sitios con nuestros Amados? y caer como lágrimas del día… ¡esas… no volverán!
Volverán del amor en tus oídos las palabras ardientes a sonar; tu corazón de su profundo sueño tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas como se adora a Dios ante su altar, como yo te he querido…; desengáñate, ¡así… no te querrán!
Rima XI [Poema: Texto completo.]Gustavo Adolfo Bécquer
-Yo soy ardiente, yo soy morena, yo soy el símbolo de la pasión; de ansia de goces mi alma está llena; ¿a mí me buscas? -No es a ti, no.
-Mi frente es pálida; mis trenzas, de oro; puedo brindarte dichas sin fin; yo de ternura guardo un tesoro; ¿a mí me llamas? -No, no es a ti.
-Yo soy un sueño, un imposible, vano fantasma de niebla y luz; soy incorpórea, soy intangible; no puedo amarte. -¡Oh, ven; ven tú!
'ANNABEL LEE'
Poe
Hace muchos, muchos años en un reino junto al mar habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee y crecía aquella flor sin pensar en nada más que en amar y ser amada, ser amada por mi.
Éramos sólo dos niños mas tan grande nuestro amor que los ángeles del cielo nos cogieron envidia pues no eran tan felices, ni siquiera la mitad como todo el mundo sabe, en aquel reino junto al mar.
Por eso un viento partió de una oscura nube aquella noche para helar el corazón de la hermosa Annabel lee luego vino a llevársela su noble parentela para enterrarla en un sepulcro en aquel reino junto al mar.
No luce la luna sin traérmela en sueños ni brilla una estrella sin que vea sus ojos y así paso la noche acostado con ella mi querida hermosa, mi vida, mi esposa.
Nuestro amor era más fuerte que el amor de los mayores que saben más como dicen de las cosas de la vida ni los ángeles del cielo ni los demonios del mar separaran jamás mi alma del alma de Annabel Lee.
No luce la luna sin traérmela en sueños ni brilla una estrella sin que vea sus ojos y así paso la noche acostado con ella mi querida hermosa, mi vida, mi esposa.
En aquel sepulcro junto al mar en su tumba junto al mar ruidoso. Hace muchos, muchos años en un reino junto al mar habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee y crecía aquella flor sin pensar en nada más que en amar y ser amada, ser amada por mi
Microrrelatos: pocas palabras para grandes historias.
¿Buscas ejemplos de microrrelatos? Los tiempos de Internet han permitido que la literatura breve o micro haya adquirido una mayor importancia entre esos lectores acelerados para quienes retener un argumento de una sola línea no sólo supone un estímulo curioso, sino también la oportunidad de crear su propia versión de esa historia oculta «entre líneas» o, en este caso, palabras.
Así es el microrrelato, un género narrativo quizás algo infravalorado por las masas que abarca una larga historia cimentada por autores como Cortázar o Augusto Monterroso, éste último piedra angular del género gracias a su micro El dinosaurio, uno de los considerados como mejores microrrelatos de la historia.
Pero antes, de verlos, todos los seleccionados, vamos a contestar a una serie de preguntas típicas y frecuentes cuando a los microrrelatos nos referimos. Si te interesa el tema, no dudes en seguir leyendo.
¿Me acompañáis en este breve (y a la vez profundo) viaje literario a través de los siguientes 16 microrrelatos para amantes de lo breve?
La RAE define la palabra microrrelato de la siguiente manera:
Microrrelato: De micro- y relato. 1. m. Relato muy breve.
¡Y tan breve que es! Es la principal característica de este género narrativo, que sólo contiene unas cuantas líneas en el que el autor tiene que expresar todo aquello cuanto desea y dejar al lector emocionado, pensativo o simplemente con la sensación de haber leído algo bueno a la par que breve. Para esto hay un dicho popular que viene a expresar lo mismo: “Lo bueno, si breve, dos veces buenos”
Y aunque como decíamos anteriormente, es un género bastante infravalorado, la realidad es bien distinta. Es muy difícil escribir y “decir” al mismo tiempo en pocas líneas. Mientras que con la novela o los relatos disponemos de páginas y páginas para ir caracterizando a un personaje o a varios, para ir creando ambiente, para ir desarrollando la historia en sí, en el microrrelato tenemos que decir en pocas líneas, y conseguir lo más difícil de todo: que transmita algo a quien nos lee.
Parece tarea fácil, pero yo misma os digo que para nada lo es. Se necesita de mucha técnica y de mucho tiempo de dedicación para hacer un buen microrrelato como todos los que veremos a continuación. Pero antes, os diremos cómo hacer un microrrelato, en qué fijarnos, que palabras o expresiones obviar y cómo podemos empezar con uno.
¿Cómo hacer un microrrelato?
Por regla general, un microrrelato tendrá entre 5 y 250 palabras, aunque siempre podremos encontrar excepciones, pero no varían mucho.
Para escribir un microrrelato nos tenemos que olvidar de hacer una parrafada para explicar algo concreto, por lo que eliminaremos obviamente lo que sería todo el desarrollo por ejemplo de una novela. Iríamos al punto clave o clímax de nuestra narración, en el que se produciría un giro inesperado que sorprenda al lector. De esta manera, nos tendremos que olvidar por supuesto de describir en exceso. Esta manera de escribir nos ayudará a buscar la palabra adecuada, en este caso los adjetivos descriptivos idóneos, para decir mucho con poco.
Al tener las palabras super contadas, lo que sí intentaremos es dar mucha importancia a la elección del título. No puede ser un título cualquiera, sino que intentaremos que esas palabras del título ayuden a completar nuestro microrrelato y a darle más sentido aún si cabe.
Y por supuesto, si en el microrrelato lo que menos hay son palabras, intentaremos también jugar con los silencios y los signos de puntuación. Por ejemplo, unos puntos suspensivos en según qué parte del texto los coloquemos pueden decir bastante más que una frase completa.
Como decíamos anteriormente, hacer un buen microrrelato es cuestión de ir adquiriendo la técnica a medida que se hacen una y otra vez. Por ello, y porque el vocabulario de los más pequeños aún no está desarrollado del todo, es habitual ver en libros de primaria pedir a los niños que hagan una poesía breve o microrrelato acerca de algo. Con esta técnica intentamos que los más pequeños describan algo (un objeto, un suceso, etc.), con las pocas palabras que aún conocen sin necesidad de decir mucho.
10 microrrelatos para amantes de la literatura breve
El dinosaurio, de Augusto Monterroso
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Calidad y Cantidad , de Alejandro Jodorowsky
No se enamoró de ella, sino de su sombra. La iba a visitar al alba, cuando su amada era más larga
Un sueño, de Jorge Luis Borges
En un desierto lugar del Irán hay una no muy alta torre de piedra, sin puerta ni ventana. En la única habitación (cuyo piso es de tierra y que tiene la forma de círculo) hay una mesa de maderas y un banco. En esa celda circular, un hombre que se parece a mi escribe en caracteres que no comprendo un largo poema sobre un hombre que en otra celda circular escribe un poema sobre un hombre que en otra celda circular…El proceso no tiene fin y nadie podrá leer lo que los prisioneros escriben.
Amor 77, de Julio Cortázar
Y después de hacer todo lo que hacen se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.
La carta, de Luis Mateo Díez
Todas las mañanas llego a la oficina, me siento, enciendo la lámpara, abro el portafolios y, antes de comenzar la tarea diaria, escribo una línea en la larga carta donde, desde hace catorce años, explico minuciosamente las razones de mi suicidio.
Toque de queda, de Omar Lara
—Quédate, le dije.
Y la toqué.
Cubo y pala, de Carmela Greciet
Con los soles de finales de marzo mamá se animó a bajar de los altillos las maletas con ropa de verano. Sacó camisetas, gorras, shorts, sandalias…, y aferrado a su cubo y su pala, también sacó a mi hermano pequeño, Jaime, que se nos había olvidado.
Llovió todo abril y todo mayo.
Fantasma, de Patricia Esteban Erlés
El hombre que amé se ha convertido en fantasma. Me gusta ponerle mucho suavizante, plancharlo al vapor y usarlo como sábana bajera las noches que tengo una cita prometedora.
La dicha de vivir, de Leopoldo Lugones
Poco antes de la oración del huerto, un hombre tristísimo que había ido a ver a Jesús conversaba con Felipe, mientras concluía de orar el Maestro.
–Yo soy el resucitado de Naim –dijo el hombre–. Antes de mi muerte, me regocijaba con el vino, holgaba con las mujeres, festejaba con mis amigos, prodigaba joyas y me recreaba en la música. Hijo único, la fortuna de mi madre viuda era mía tan solo. Ahora nada de eso puedo; mi vida es un páramo. ¿A qué debo atribuirlo?
–Es que cuando el Maestro resucita a alguno, asume todos sus pecados -respondió el Apóstol-. Es como si aquél volviera a nacer en la pureza del párvulo…
–Así lo creía y por eso vengo.
–¿Qué podrías pedirle, habiéndote devuelto la vida?
–Que me devuelva mis pecados –suspiró el hombre.
Aprovecho la última posición para compartiros uno de mis primeros microrrelatos, ya que a pesar de ser asiduo a lo breve, sus cuentos y relatos a la hora de escribir aún no me había puesto con este género. Espero que os guste:
Otros microrrelatos famosos
A continuación, os ponemos algunos microrrelatos más que han sido premiados o conocidos en su momento y alguno que otro de autores no tan conocidos. Esperamos que os gusten:
Hablaba y hablaba, de Max-Aub
Hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba. Y venga hablar. Yo soy una mujer de mi casa. Pero aquella criada gorda no hacía más que hablar, y hablar, y hablar. Estuviera yo donde estuviera, venía y empezaba a hablar. Hablaba de todo y de cualquier cosa, lo mismo le daba. ¿Despedirla por eso? Hubiera tenido que pagarle sus tres meses. Además hubiese sido muy capaz de echarme mal de ojo. Hasta en el baño: que si esto, que si aquello, que si lo de más allá. Le metí la toalla en la boca para que se callara. No murió de eso, sino de no hablar: se le reventaron las palabras por dentro.
Carta del enamorado, de Juan José Millás
Hay novelas que aun sin ser largas no logran comenzar de verdad hasta la página 50 o la 60. A algunas vidas les sucede lo mismo. Por eso no me he matado antes, señor juez.
La manzana, de Ana María Shua
La flecha disparada por la ballesta precisa de Guillermo Tell parte en dos la manzana que está a punto de caer sobre la cabeza de Newton. Eva toma una mitad y le ofrece la otra a su consorte para regocijo de la serpiente. Es así como nunca llega a formularse la ley de gravedad.
Amenazas, de William Ospina
-Te devoraré -dijo la pantera.
-Peor para ti -dijo la espada.
La verdad sobre Sancho Panza, de Franz Kafka
Sancho Panza, que por lo demás nunca se jactó de ello, logró, con el correr de los años, mediante la composición de una cantidad de novelas de caballería y de bandoleros, en horas del atardecer y de la noche, apartar a tal punto de sí a su demonio, al que luego dio el nombre de Don Quijote, que éste se lanzó irrefrenablemente a las más locas aventuras, las cuales empero, por falta de un objeto predeterminado, y que precisamente hubiese debido ser Sancho Panza, no hicieron daño a nadie.
Sancho Panza, hombre libre, siguió impasible, quizás en razón de un cierto sentido de la responsabilidad, a Don Quijote en sus andanzas, alcanzando con ello un grande y útil esparcimiento hasta su fin.
Las gafas, de Matías García Megías
Tengo gafas para ver verdades. Como no tengo costumbre no las uso nunca.
Sólo una vez…
Mi mujer dormía a mi lado.
Puestas las gafas, la miré.
La calavera del esqueleto que yacía debajo de las sabanas roncaba a mi lado, junto a mí.
El hueso redondo sobre la almohada tenía los cabellos de mi mujer, con los rulos de mi mujer.
Los dientes descarnados que mordían el aire a cada ronquido, tenían la prótesis de platino de mi mujer.
Acaricié los cabellos y palpé el hueso procurando no entrar en las cuencas de los ojos: no cabía duda, aquello era mi mujer.
Dejé las gafas, me levanté, y estuve paseando hasta que el sueño me rindió y me volvió a la cama.
Desde entonces, pienso mucho en las cosas de la vida y de la muerte.
Amo a mi mujer, pero si fuera más joven me metería a monje.
Estos 16 microrrelatos para amantes de la literatura breve sirven de base para esas historias ocultas de formas subliminal en esta versión mas reducida, pero no por ello menor, de la literatura.
Sombra tuya he de ser . ¿Por qué no
está en la cárcelese infame.
A Martirio, aunque es enamoradiza , se le
olvidaráesto. Estuvo mucho tiempo detrás de ti y le gustabas . Nada lo ha podido evitar . Veo que todo es una terrible repetición.
Análisis
morfológico nº 2:
Y
desde luego que no te vea llorar jamás. Tendrás muchos disgustos así. ¿Qué otra
cosa puede ser?
La
humanidad ha progresado mucho tecnológica, científica e industrialmente, pero
el ser humano ha avanzado poco. La persona perfeccionista sufre mucho, pues no
se perdona sus errores. Hay en el espíritu humano muchas fuerzas que permanecen
ocultas.
A lo largo de su carrera, Rosenvinge se ha encontrado con muchas dificultades solo por el hecho de ser mujer. “Hay un montón de escollos particulares para las mujeres. La igualdad solo se ha tragado, pero ahora toca digerirla y lograr cambios”, sostiene. La cantante opina que los hombres temen al feminismo porque les da miedo perder sus privilegios. “Que una madre opte por la jornada reducida tras tener un bebé es un escollo para su carrera profesional, pero también lo es en la vida emocional de los hombres no ven crecer a sus hijos. Ellos son los que se tienen que cuestionar si una sociedad más igualitaria significa perder privilegios o ganar unos derechos que también son suyos”.
La compositora sostiene que la presencia de la mujer en el panorama musical sigue siendo preocupante. “Hay una tremenda escasez de mujeres en la música, encima del escenario, en las mesas de sonido, tomando decisiones, dirigiendo festivales o siendo cabecera de los mismos. El poder es masculino y las mujeres que formamos parte de este mundo solo es gracias a una vocación artística muy grande y a un proyecto propio”.
Análisis
“Hay un montón de escollos particulares para las mujeres.
La cantante opina que los hombres temen al feminismo
La compositora sostiene que la presencia de la mujer en el panorama musical sigue siendo preocupante
“Hay una tremenda escasez de mujeres en la música, encima del escenario, en las mesas de sonido, tomando decisiones, dirigiendo festivales o siendo cabecera de los mismos.